MI PRIMER ENCUENTRO CON EL TAROT


Es difícil tratar de ser conciso y breve respecto a este tema, pues la grandeza que precede a la palabra habla por si sola. Lo cierto, es que hay tanto estudiosos como detractores, creyentes como incrédulos, los que quieren ser convencidos y los reacios que se encrespan con solo escuchar el nombre, (en este ultimo grupo me encontraba yo).
Trataré de dar mi opinión al respecto, y como lo he dicho, buscare la simplicidad, en la manera en la que pueda; desde luego sin el afán de molestar a nadie, y de antemano, ofreciendo mis disculpas si así fuera.
El Tarot llegó a mi, cuando yo tenia unos 18 años, en ese entonces, yo no era ni por menos, uno de sus leales creyentes. 
Una gran amiga mía, Anita Oliver., que era una Tarotista aficionada, y a la cual le mando todo mi cariño, me leyó las cartas en una plática de café en su casa; como les dije, yo no creía en eso, de hecho, era mas de los detractores, que de los que se inclinaban a creer; durante la lectura yo escuchaba con sorna como me interpretaba las cartas; que si el amor, que si la escuela, que si las fiestas, que si los amigos y la familia; y claro, que si una que otra advertencia de algún acontecimiento sobre lo que habría de tener cuidado. La tarde paso y concluyo mi visita; camino a mi casa pensaba en todo lo que me había dicho mi amiga y no podía evitar como un sonrisa burlona, (la misma que tenia mientras me leía las cartas), apareciera en mi rostro. Desde luego, durante los primeros días, estuve muy pendiente de que algo de lo que me habían dicho se manifestara en mi vida; y aquí, viene una de las primeras cosas que aprendí, el Tarot es algo caprichoso, sobre todo con las personas que como yo, lo ponían en duda; no existe una fecha exacta de algo, porque la gran mayoría de las cosas que llega a mostrar en una lectura, pueden ser modificadas de acuerdo a nuestras acciones posteriores a ella, incluso las fatales y mas difíciles, que si poca injerencia tenemos sobre ellas, si pueden transformarse en algo mas llevadero.
Después de la primera semana, poco me acordaba ya que de lo que me habían dicho, cuando mis amigos me invitaron a un viaje corto, (que por cierto había salido en las cartas, y no lo creí pues no tenia dinero), lo atribuí mas a la casualidad de este tipo de cosas que se presentan de una forma regular en nuestra vida, y que no necesariamente tienen que ser mágicas ni misteriosas. Cuando conocí regresando de este viaje a una mujer morena con la que tuve un breve romance y que las cartas me habían pronosticado, (no solo eso, sino que inclusive me iba a traicionar de alguna manera), tampoco le di el crédito al Tarot, me dije que las casualidades siempre pueden venir en pares y ademas, como podría esta bella mujer, (que ilusamente creía cautivada por mi y que tan solícita se mostraba en permanecer a mi lado), traicionarme. Ya no hablemos del accidente en auto pronosticado, yo era el mejor conductor del mundo, ¡eso no podía pasarme a mi!. Una cosa que me intrigaba mas era la mujer blanca que iba ayudarme en ese momento de desgracia, donde en teoría del Tarot mi mundo se iba a venir abajo.
Bueno el destino es una cosa curiosa, se encarga de recordarte las cosas de golpe en el momento en que crees que lo burlaste por tu genial superioridad, el Tarot hizo lo mismo conmigo, al mes siguiente de regresar de viaje, saliendo de una fiesta y dando la vuelta a una esquina, se rompe la dirección mi vehículo, no tuve ni tiempo a reaccionar, solo basto una fracción de segundos, para que me encontrara a unos pasos de la estufa dentro de la cocina de una casa, (desde luego primero pase por el portón, el patio y la sala de la misma), los dos amigos que me acompañaban y yo estábamos atónitos, afortunadamente las recamaras de la casa se encontraban en la parte de arriba al igual que la gente en la misma, y era un poco tarde, así que salvo los destrozos y algunas magulladuras y descalabros por nuestra parte, no hubo mas que lamentar. Lo que siguió a esto se puede resumir rápido, en menos de media hora me encontraba yo en los separos de la delegación de policía, no sin antes recibir la bienvenida habitual del Ministerio Publico y de los amables judiciales del precinto; así que, con magulladuras de mas, (debido a los amables agentes y sus muestras de afecto), pido mi llamada correspondiente por ley, (la cual pensé seria mi mejor jugada utilizar con mi novia); de mas esta el decirles que no tuvo mucho éxito, ya que mas tarde en marcar su numero y en explicarle lo ocurrido, que en lo que me mandaba a volar y en decirme que no quería volver a verme, (ahí también empece a dudar de la verdad de un "te amo" prematuro, pero "eso es otra cosa" dijera mi abuela).
Rumiando en mi junior suite de los separos, y pensando en mi desgracia, me acorde de mi amiga Anita y de su lectura, (y como no era yo tan malo en eso de las matemáticas), rápidamente saque cuentas y me dije, "4 de 4" ya no es tanta coincidencia. La mujer blanca que me ayudaría, (que también había salido en la lectura), resulto ser una vecina mía, que vivía en la casa de al lado de donde yo rentaba un cuarto, y a la que ocasionalmente le ayudaba con un poco de despensa y dinero, ya que ella estaba sola con cuatro hijas, a lo que ella retribuía amablemente lavando en contadas ocasiones mi ropa; ella fue al día siguiente a la Delegación a arreglar un problema de pensión alimenticia, y coincidentemente me vio, ya que en ese momento me habían sacado para tomar declaración de los hechos. Fue la única persona que posteriormente me visito, me llevo comida y aviso a mi familia, ¡chispas!, "5 de 5" me dije, bueno afortunadamente todavía no se cae del todo mi mundo, me queda mi escuela y mis amigos, ademas mi papá no debe tardar en aparecer, esto ultimo se manifestó de inmediato; la figura alta, corpulenta, adusta y con mirada de reproche de mi padre se hizo presente frente a mi; con la sabiduría de un padre, dijo una frase que jamas olvide el resto de mi vida, "esta es la ultima vez que te saco de algún apuro, a partir de aquí estas solo", entonces el mundo realmente se vino abajo, ya que me pase los siguientes 2 años de mi vida pagando los daños ocasionados a las personas de la casa, la escuela se convirtió en un calvario, cambie mi turno matutino por clases nocturnas, para poder cumplir con los dos trabajos que necesite para pagar cuanto antes mi incredulidad y mis destrozos, y todo esto en mi democrático camión, ya que de arreglar mi vehículo ni hablar, ¡ah!, ¿y de mis amigos?, ¡ninguno de ellos estuvo conmigo durante toda esa época!, ¿y el Tarot?, decidí darle un voto de confianza que permanece hasta la fecha.

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